El Brazo Casiquiare y el Canal Maturaca

Son estos casos unicos en el mundo ya que son corrientes de agua que salen de un rio (parte de un rio se desvia debido al poco desnivel)y van a caer a otro rio; constituyendo una comunicacion entre dos vertientes distintas en este caso son comunicaciones entre la vertiente del Rio Orinoco, la vertiente del Brazo Casiquiare en Venezuela y la vertiente del Rio Amazonas en Brasil. El Brazo o Caño Casiquiare se origina por el desvio de un tercio de las aguas del Rio Orinoco cerca de la poblacion de la Esmeralda hasta desembocar el el Rio Negro, cerca de la poblacion de San Carlos de Rio Negro, el cual desemboca a su ves en el Rio Amazonas.
El Canal Maturaca Tiene su origen en el Parque Nacional Cerro de la Neblina, donde el Pasimomi, afluente del Casiquiare, con su tributario Arari, recoge todas las aguas de la vertiente noreste de las sierras Imerí, Tapirapecó y Curupira. En el sector oeste, correspondiente al cerro Cupí, se da este otro caso de comunicación de aguas entre dos vertientes distintas, como lo es el de la pequeña corriente que comunica a través del canal de Maturacá, pasando por la catarata del Hua,a los ríos Baría, de la cuenca del Casiquiare en Venezuela, y el rio Canaburí en Brasil, tributario del Río Negro.

Amazonas Historia

AMAZONAS es el estado más austral de Venezuela, su extremo sur está situado a
menos de un grado de latitud norte. Es una inmensa zona prácticamente virgen que ocupa la quinta parte del territorio nacional, albergando menos del uno por ciento de la población del país. Cubierto de selvas, conforma parte del pulmón vegetal más importante del mundo, tanto así, que en lo referente al oxígeno que produce, muchas organizaciones científicas lo consideran patrimonio del universo.
El territorio que ocupa el Estado Amazonas constituía originalmente la antigua Provincia de Guayana, posteriormente transformada en Provincia de Amazonas. En 1856 se le convirtió, con sus actuales dimensiones, en Territorio Federal. Finalmente es elevado a la categoría de Estado el 28 de junio de 1992. Tiene a Puerto Ayacucho como capital y está dividido en siete municipios, con una su¬perficie total de 175.750 Km2.
La Amazonia, es una de las regiones más antiguas del globo, cuya configuración física y ubicación en la zona intertropical le han permitido conservar una relativa estabilidad ecológica a lo largo del tiempo. De aquí re¬sulta un medio ambiente de peculiares carac¬terísticas naturales, cuya compleja in¬terrelación ha llevado a calificar esta área del planeta como extremadamente frágil., es decir, muy sensible al deterioro ambiental, donde cualquier cambio significativo podría ser irreversible y en la que todo esfuerzo de re-cuperación y protección resultaría excesi¬vamente largo y costoso.
El Amazonas venezolano cuenta con una extensión de 184.500 kilómetros cuadrados y co¬rresponde a lo que hoy conocemos como estado Ama¬zonas, parte integrante de la región de Guayana con¬juntamente con los estados Bolívar y Delta Amacuro de acuerdo con la zonificación oficial venezolana.
Amazonas es, al propio tiempo, un emporio de recursos hídricos, minerales, turísticos, escénicos y forestales de formidables posibilidades de desarrollo, que obligan a una estimación muy cuidadosa de las modificaciones que se intenten hacer en sus formas naturales. El conocimiento del delicado equilibrio ecológico de esta región permitirá una justa valoración de sus perspectivas, destacando no sólo su potencial y los diversos problemas suscitados por su explotación, sino también, mostrando el mejor camino para garantizar la conservación de sus valiosos recursos y lograr, al mismo tiempo, el máximo provecho de un desarrollo sostenido.
El lado sur oriental del estado se encuentra enclavado en la Sierra de Parima, donde nace el Orinoco, principal río de la entidad y del país. Subdivisiones de esta sierra se prolongan al norte, donde se destacan el cerro Duida con 3.430 mts. Y el Marawaca con 3.200 mts. Al norte se prolonga con las Serranías de La Maigualida y Guasadijidi, y al sur con las de Tapirapecó, Curupirá y Unturán.
El resto del territorio del estado, que va desde estas sierras hasta su límite oeste -conformado por los ríos Orinoco, Atabapo, Guainía y Negro- está surcado por una gran red fluvial, multiplicada en ríos y caños, que lo atraviesan en todas direcciones. Entre las superficies planas junto a los grandes ríos se distingue una extensión muy importante: la penillanura del Casiquiare, al sur¬oeste del Estado Amazonas.
La región presenta una abundante, pluviosidad durante todo el año por tratarse de un espacio muy próximo a la zona del frente intertropical, donde se produce la convergencia de los vientos alisios al noreste con los del sureste. Estas corrientes ascienden al chocar, condensándose su gran contenido de vapor de agua y precipitándose en forma de lluvia. En la penillanura del Casiquiare, al suroeste del Estado Amazonas, se registran descargas medias anuales superiores a los 4.000 mm y en Puerto Ayacucho el índice de pluviosidad es de 2.195 mm al año.
La proximidad al ecuador determina en la región elevadas temperaturas, generalmente con promedios superiores a los 24°C, con diferencias muy acusadas entre las temperaturas diurnas y nocturnas en los puntos más altos, lo que contribuye a la degradación del material rocoso y facilita la erosión.
Las estratificaciones edáficas de la región se hallan diferenciadas en razón de las distintas condiciones climáticas e hidrográficas y de los factores geológicos y geomorfológicos de cada zona. En términos generales, los suelos se caracterizan como muy ácidos (con un pH que varía entre 4 y 6), con altos requerimientos de nitrógeno para el desarrollo de cultivo. Por lo común se trata de arenas con granos de volumen grueso a muy grueso, permeables y con baja capacidad de retención de materia orgánica, en las que ocurren procesos biológicos y bioquímicos muy complejos que afectan los residuos vegetales.
Hay quienes se quejan de las inmensas dificultades para pasar los raudales y de la falta de mayor cantidad de víveres, salvo aves, pescados, tortugas, mañoco y plátanos. A la simple enunciación de estas lamentaciones ¿En qué río del mundo ha podido encontrar el viajero mayor abundancia de alimento, animal o vegetal con tantas facilidades para obtener lo?
La vía terrestre más directa es la Carretera Nacional número 2 de norte a sur, desde Caracas cruza el Estado Apure y el Orinoco por el Burro. A lo largo de 70 kilómetros se hace difícil el tránsito en invierno. Desde Puerto Ayacucho a Samariapo el pavimento es perfecto.


Tarmbién se puede llegar a Puerto Ayacucho por el eje que sale de Ciudad Bolívar - Caicara del Orinoco y los Pijiguaos, totalmente pavimentado. Diariamente salen vuelos nacionales que conectan Caracas con Puerto Ayacucho, desde donde se puede volar a diferentes ciudades y pueblos del estado sin embargo, el principal medio de comunicación es el fluvial por sus ríos y caños. Utilizando diferentes tipos de embarcaciones se puede arribar a casi todos los sitios poblados del estado.
En Puerto Ayacucho radica la capitanía de Puertos de Amazonas dependiente del Ministerio de Transporte y Comunicaciones. Cuenta con un muelle de 40 metros de lado, 872 metros cuadrados de almacenes y torre con ascensor y grúas.
La economía del estado se basa en el comercio, la minería, la explotación de recursos forestales, la agricultura y la pesca, todos a mediana y pequeña escala. Últimamente el turismo ecológico y de aventura se ha desarrollado rápidamente y tiende a convertirse en poco tiempo en uno de los aspectos económicos más importantes de la entidad. Docenas de operadoras turísticas han establecido campamentos de selva en diversos lugares del estado. Visitantes de todo el mundo, especialmente de Canadá, Estados Unidos., España, Alemania, Francia e Italia, arriban continuamente para experimentar la emoción de visitar uno de los sitios del planeta que aún se conserva virgen, como es el caso de nuestra selva amazónica .
Entre los grupo étnicos todavía existentes en el Amazonas, antecesores del hombre venezolano que vivió hace más de 20 mil años cazando animales como el gliptodonte y el megaterio, tenemos los siguientes: Banibas, Guahibos, Yekuanas, Piaroas, Panares, Piapo¬cos. Puinabes, Yabaranas, Yanomamis, Curripacos, Mapoyos, Guarequeñas y Macos entre otros muchos, todos ellos con una antigüedad comprobada por indicios arqueológicos de más 4 mil años.

San Fernando de Atabapo. Primera Capital

LLEGADA DE LOS CONQUISTADORES ESPAÑOLES A LA CONFLUENCIA DE LOS RIOS ORINOCO, GUAVIARE y ATABAPO

La historia de Atabapo, data del 22 de febrero de 1758, cuando la expedición de límites conformada por los conquista¬dores españoles JOSÉ SOLANO, APOLINAR DÍAZ DE LA FUENTE Y JOSÉ lTURRIAGA, llegan a la confluencia de los ríos Orinoco, Guaviare y Atabapo, en donde se encontraba un asentamiento indígena de los Guaipunavi, liderizado por el cacique Curuzú. Hombre de una fuerte musculatura, parecida hoy en día, a la de los miembros de la etnia Yekuana, pero con una sobresalien¬te disposición receptiva a los navegantes de la época que tran¬sitaban temporalmente aquellas bellas y atractivas aguas que los aborígenes consideraban de su entera naturalidad, por ser ellos herederos de los primigenios pobladores de la humanidad, en esta antigua tierra del universo.
La población que existía para esa fecha del año 1758, en el lugar y su entorno, era aproximadamente de 65 habitantes, todos indígenas, porque los hombres blancos que se establecen en el lugar del cacique Curuzú, fueron los comisarios expedi¬cionarios y acompañantes de JOSÉ SOLANO; no pasaban de 35 personas en la parte inicial de la conquista española, para la designación y fundación de "La Villa de San Fernando del Río Atabapo", nombre y título que estilaba la colonia el de "La Villa", en cualquier parte de la posesión española, en la hoy República de Venezuela.
San Fernando, su nombre se origina, en honor al Rey Fer¬nando VI de la época, y Atabapo por la admirable confluencia de las aguas rojizas del río Atabapo. "Ataba", ~e origina por el prefijo palabrístico en homenaje al indígena de nombre "Ata-, ba", y, "Po", establece dentro del mismo concepto lingüístico Guaipunavi, la significación de relevante y grandioso", con lo se pueden citar los ejemplos de los sitios: Cataniapo, Sipapo, Samariapo, etc., etc.
Estos personajes españoles" venían desde el océano, en¬trando por el Delta del Orinoco y el río Amazonas de Brasil en" embarcaciones adaptadas al mar, pero no cónsonas para la navegación fluvial de nuestros ríos en donde se encontraron muchas dificultades en esta misión. Podemos mencionar como ejemplo de no muy grata redacción, como fue el caso de los raudales de Atures y Maipures; que respectivamente se deno¬minaron Mapara y Quituna, antes del siglo XVII. Aquí en el primer raudal, murió ahogado el explorador Fernando de Berrío en el año de 1629, en busca del mito de "El Dorado", e1 cual fue", ideado en forma muy inteligente por los aboríge¬nes, y seguido, por la imaginativa codicia de los conquistadores de la época. Al conocer este rumor, fueron crecientes las expediciones que se encontraban en esta tierra, y los indígenas para quitárselos de encima, y desviar la molestia, permanente en esta materia, les indicaban que "El DORADO" quedaba hacia el norte, el sur, el este, o el oeste.

El Barbasco

Los Barbascos son un conjunto de plantas, bien arbustos, árboles, hierbas, lianas o bejucos; de varias familias botánicas de cuyo zumo de raíz, corteza, hojas,tallos, etc., tienen la propiedad de entumecer a los peces y hacerlos subir a la superficie, donde son recogidos sin dificultad. El uso de esta técnica de pesca, o “embarbascar”,
es un método tradicional y antiguo utilizado por los indígenas venezolanos desde los Llanos, Guayana y Amazonas. De hecho, muchas de estas plantas son cultivadas en los conucos para tener a mano un elemento de pesca en los ríos y caños.
Es interesante resaltar el hecho de que estos venenos contenidos en los Barbascos paraliza a los peces pero no los hace tóxicos para los humanos, hecho que ha justificado su uso por tanto tiempo en el medio rural.
Si embargo, debido a que las aguas embarbascadas matan a lo largo de los ríos todos los peces grandes y sus crías, algunos consideran éste método de pesca como funesto; por lo que se hace necesario su regulación y control.

AUGE Y CAIDA DEL CAUCHO

El caucho había sido requerido por el capitalismo, como recurso importantísimo en el desarrollo del automotor y otros aspectos de la industria mun-dial. Por ello se le buscó donde se encontraba, así fue como el Territorio Federal Amazonas logró articularse al sistema capi¬talista mundial. En la medida en que la demanda mundial de caucho era sostenida, en esa misma medida los caucheros explotaban y hacían sangrar al hevea pro¬ductor del caucho; si la demanda bajaba, el trabajador no podía continuar en su actividad, puesto que no conseguía comprador para su producción. Este hecho determinó el movimiento his¬tórico del Amazonas venezolano para los finales del siglo XIX y comienzos del XX; pero ocurrió que los compradores del mer¬cado mundial decidieron controlar directamente la producción del caucho, por lo que planificaron el cultivo del hevea en planta¬ciones que serían trabajadas directamente por el capitalismo mundial. Para ello era necesario transplantar el caucho a las regiones previamente seleccionadas para establecer las planta¬ciones. Se produce así lo que se ha denominado el robo del siglo. Desde Londres se dirige una acción orientada a trasladar el caucho hacia regiones controladas directamente por el gran capital.
Para la época, las semillas de caucho robadas en Brasil y germinadas en Inglaterra, comenzaban a dar su fruto en Ceilán e Indonesia, con lo que Inglaterra tenía asegurada la producción mun¬dial del caucho. Fue lo que podemos llamar el robo del siglo.
Este hecho, determinó a mediano plazo una pérdida de importancia del caucho del Amazonas en general, y en particular del Amazonas venezolano. Las plantaciones de hevea sembra¬das y controladas por los ingleses, significaron así un freno en el movimiento histórico y demográfico que afectaba la vida de la región.
La primera producción comercial de este caucho 'transplantado' fue en 1910 con unas 11.000 tonela¬das. En 1920 se produjeron 317.000 y en 1927 se llegó a 567.000 toneladas. Inglaterra se apoderó del caucho.

Aun así, el caucho continuó vigente en el Amazonas venezolano algún tiempo más. Incluso los años de mayor violencia se darán posterior a 1910, durante el dominio que Tomás Funes ejerce sobre la región. Pero pronto entrará en decadencia, aún cuando durante la segunda guerra mundial, las limitaciones para controlar las plantaciones de caucho en Asia reactivaron un poco la actividad cauchera en nuestro país, hasta que finalmente al terminar el conflicto y luego del invento del caucho sintético, entró en definitiva decadencia.

Con ello, la articulación directa del Amazonas venezolano al sistema capitalista mundial cedió, para continuar en su margi¬nalidad histórica, ya que no logró integrarse a la vida del país nacional.

Puerto Ayacucho. Historia de su Fundacion

Juan Nepomuceno de Atures fue fundado por el Padre Jesuita Francísco González en 1748. Última misión subiendo el río que fundaron los hijos de San Ignacio. Esta capital, Puerto Ayacucho, es una ciudad con tres nacimientos o con tres Cédulas de Identidad. Ninguna de ellas puede ocultarse ni olvidarse, pues cada una tiene su historia, y el Puerto Ayacucho de hoy, le debe a las otras dos, parte de su idiosincrasia. La historia de esta ciudad no comienza en 1924, comienza mucho antes, cuando el primer Puerto Ayacucho llevaba el nombre de Juan Nepomuceno de Atures.
Juan Nepomuceno de Atures fue fundado en el sitio llamado El Raudal. En tiempos de la Expedición Solano, tenía la Misión 520 indios. En 1800, solo 47. Piaroas, Macos, Cuacas, Maipures, Abanes, Parenes, Guaipuinabes y Yavaranas. Gumilla (1963:298) anota que el idioma de los maipures contenía muchas palabras prestadas de los Achaguas como resultado de sus relaciones comerciales. Lo que quiere decir que estos grupos indígenas mantenían intercambios comerciales con comunidades de los llanos, probablemente para abastecerse.
El segundo Puerto Ayacucho fue el pueblo de pescadores llamado Perico (como pueblo de pescadores se originó con un fin comercial), localizado en la parte baja de la ciudad actual a la orilla del Orinoco y que vemos reflejado en las descripciones hechas por el P. Bierold y el P. Buró cuando llegaron los primeros salesianos. El Sr. Plácido Barrios, en la publicación del periódico El Autana, del día 9 de Diciembre de 1980, afirma:
Pedro Rodríguez, caletero, pescador, cuidador de bongos y curiaras o piraguas cómo se llamaban entonces, que les dejaban algunos de los que iban a pie hasta el poblado indígena, de humilde casita en 1919 con techo de palma de moriche, piso de tierra y paredes de bahareque en el lugar conocido para entonces como Caramacatal, por cantidad de árboles de Caramacate que había donde hoy es el sector del puerto conocido como Barrio Aguao, en la inmediaciones de la alcabala de la Guardia Nacional adscrita a la Aduana local, nunca pudo vislumbrar que estaba fundando un pueblo que más tarde se llamaría Puerto Ayacucho.

De esta forma Plácido Barrios presenta a este señor, comerciante del transporte, como auténtico fundador de este Puerto Ayacucho en su segunda fase. Según el Sr. Anilo Paminare en 1931, cuando llegó a Amazonas, en lo que se llamaba el antiguo Perico, solo había unas 12 casas de palma y solo la de Maniglia era de zinc.
En este segundo Puerto Ayacucho el elemento indígena no está presente. Está formado por personas provenientes de otras localidades o estados vecinos, excaucheros o sarrapieros que quedaron trabajando independientemente.
El tercer Puerto Ayacucho es la ciudad que funda oficialmente el Ingeniero Santiago Aguerrevere, lo que consideramos la capital actual. Esta ciudad fue creciendo a pasos muy lentos hasta la década de los 60, a partir de los 70, se produce una auténtica explosión o crecimiento, fruto sobre todo al comienzo, de la migración interna del mismo Territorio, y posteriormente de la inmigración de gente procedente de otros estados limítrofes.
Según esto, Puerto Ayacucho surge como ciudad comercial desde el principio, pues los que la habitaron, lo hicieron en interés de recibir un pago, al ejercer como trabajadores para la elaboración de la carretera. Si tomamos en cuenta lo dicho en el artículo 75 del Código de Comercio, en el que se tacha como actividad comercial de una empresa los actos ejecutados por compañías de construcción y trabajos públicos y privados esta afirmación se convierte en certeza. Dice Plácido Barrios: Juan Vicente Gómez ordenó efectuar los estudios para la construcción de una carretera que salvara los Raudales, desde San Borja hasta el Muerto. Desde Carichata, lugar de una antigua misión religiosa, hasta una lugar arriba del raudal de “El Muerto” debía construirse esa carretera. Pero razones presupuestarias determinaron se hiciese desde el entonces “Perico” hasta Morganito, llegándose sólo hasta Samariapo.
El ingeniero Santiago Aguerrevere, fue el escogido por el General Gómez, para dirigir los trabajos de construcción de esa vía. La compañía constructora del Dr. Santiago Aguerrevere, obtuvo la buena pro y por eso vino a construir la primera carretera en el T. F. Amazonas. (El Autana, 9 diciembre de 1981).
Plácido Barrios hace referencia después y le da relevancia a ese grupo de personas humildes y trabajadoras que juntamente con Aguerrevere son los artífices de esta nueva fase de la ciudad:
Pedro Rodríguez y su mujer Mariana, Marcelino Hernández y su familia, el margariteño Manuel Antonio Pacheco y el cumanés Arturo Cova, carreteros transportistas, situados en ambas márgenes del Cataniapo. Los navegantes transportistas, dueños de piraguas: <> de Jesús Flores, <> de Guillermo Roos, <> de Willy Julián López, <> de Don Lucas Frontado. (El Autana, 9 diciembre de 1981)
El primer barrio de Puerto Ayacucho, se fundó en Perico, porque allí atracaban todos los barcos que en operación de cabotaje venían con su cargamento de hombres y de víveres para contribuir con la construcción de la carretera. Destaca Placido Barrios:
Los comerciantes de entonces, don Juan Maniglia y la Sra. María de Maniglia, don Jesús María Cardozo, don José María Baldayo, el viejo, José Moanach, don Jesús Rodríguez, entre otros contribuyeron con su esfuerzo, constancia y trabajo a darle perfil de pueblo y después de ciudad a Puerto Ayacucho.