AUGE Y CAIDA DEL CAUCHO

El caucho había sido requerido por el capitalismo, como recurso importantísimo en el desarrollo del automotor y otros aspectos de la industria mun-dial. Por ello se le buscó donde se encontraba, así fue como el Territorio Federal Amazonas logró articularse al sistema capi¬talista mundial. En la medida en que la demanda mundial de caucho era sostenida, en esa misma medida los caucheros explotaban y hacían sangrar al hevea pro¬ductor del caucho; si la demanda bajaba, el trabajador no podía continuar en su actividad, puesto que no conseguía comprador para su producción. Este hecho determinó el movimiento his¬tórico del Amazonas venezolano para los finales del siglo XIX y comienzos del XX; pero ocurrió que los compradores del mer¬cado mundial decidieron controlar directamente la producción del caucho, por lo que planificaron el cultivo del hevea en planta¬ciones que serían trabajadas directamente por el capitalismo mundial. Para ello era necesario transplantar el caucho a las regiones previamente seleccionadas para establecer las planta¬ciones. Se produce así lo que se ha denominado el robo del siglo. Desde Londres se dirige una acción orientada a trasladar el caucho hacia regiones controladas directamente por el gran capital.
Para la época, las semillas de caucho robadas en Brasil y germinadas en Inglaterra, comenzaban a dar su fruto en Ceilán e Indonesia, con lo que Inglaterra tenía asegurada la producción mun¬dial del caucho. Fue lo que podemos llamar el robo del siglo.
Este hecho, determinó a mediano plazo una pérdida de importancia del caucho del Amazonas en general, y en particular del Amazonas venezolano. Las plantaciones de hevea sembra¬das y controladas por los ingleses, significaron así un freno en el movimiento histórico y demográfico que afectaba la vida de la región.
La primera producción comercial de este caucho 'transplantado' fue en 1910 con unas 11.000 tonela¬das. En 1920 se produjeron 317.000 y en 1927 se llegó a 567.000 toneladas. Inglaterra se apoderó del caucho.

Aun así, el caucho continuó vigente en el Amazonas venezolano algún tiempo más. Incluso los años de mayor violencia se darán posterior a 1910, durante el dominio que Tomás Funes ejerce sobre la región. Pero pronto entrará en decadencia, aún cuando durante la segunda guerra mundial, las limitaciones para controlar las plantaciones de caucho en Asia reactivaron un poco la actividad cauchera en nuestro país, hasta que finalmente al terminar el conflicto y luego del invento del caucho sintético, entró en definitiva decadencia.

Con ello, la articulación directa del Amazonas venezolano al sistema capitalista mundial cedió, para continuar en su margi¬nalidad histórica, ya que no logró integrarse a la vida del país nacional.